La última reunión del Foro Económico Mundial indica que ellas solo representan el 28% de la fuerza laboral global en el ámbito STEM y el 22% en el campo de la inteligencia artificial. La institución advierte de que esta disparidad podría tener graves consecuencias para el desarrollo de la innovación y el crecimiento económico global.
Además, el estudio señala que la matriculación de perfiles femeninos en programas universitarios relacionados con STEM se ha estancado en la última década. Este estancamiento varía en función de la industria y de la región y puede tener un coste muy elevado para los países del G20 en los próximos 10 años, debido al contexto de transformación laboral en el que nos encontramos por la irrupción de las tecnologías emergentes.
Sin embargo, el Foro Económico Mundial también destaca historias inspiradoras que demuestran cómo se pueden romper barreras como estas. Figuras como Ritu Karidhal, una de las llamadas ‘mujeres cohete’ de la Organización de Investigación Espacial de la India, han inspirado a un mayor número de chicas a estudiar carreras STEM en su país. Se trata de ejemplos que subrayan el impacto positivo de la mujer en la innovación.
En este mismo sentido, el estudio indica que los equipos con diversidad de género son más rentables y productivos, y que las empresas con una representación femenina superior al 30% tienen más probabilidades de superar financieramente a las que cuentan con menos trabajadoras. Además, los equipos de investigación y desarrollo diversos son más propensos a innovar e introducir nuevos productos en el mercado.
Según el Foro Económico Mundial, es importante abordar la brecha de género en el ámbito STEM a través de soluciones que reflejen esta realidad. En algunas regiones, será necesario romper con los estereotipos que desalientan a las niñas a estudiar ciencias, mientras que en otras, el desafío residirá en mejorar la infraestructura y garantizar el acceso a recursos y herramientas de aprendizaje.
El informe concluye que es fundamental fomentar la colaboración, cultivar la mentoría y ofrecer soluciones adaptadas a los desafíos específicos de cada país para cerrar la brecha de género en las áreas STEM. Así mismo, insta a crear nuevas formas de pensar que desafíen las barreras tradicionales y generen un progreso sostenible.