Closingap acaba de publicar la III Edición de su Índice sobre el coste de oportunidad de la desigualdad de género en España, donde se revela que en el último año nuestro país ha registrado una mejora  de más de dos puntos en la reducción de la brecha de género, situándose en el 64,7%  con una mejora en cuatro de sus cinco indicadores: Digitalización (75%), Educación (71,1%), Empleo (67,2%) y Conciliación (41,4%). La única categoría que sufre estancamiento es la del acceso a la Salud y el Bienestar, que sin embargo es la que menor distancia registra, con un 84%.

Destaca especialmente el desarrollo de las habilidades digitales en las féminas, que en 2022 ha crecido un 3,6% respecto al año anterior, rompiendo una tendencia de parón durante la pandemia de la Covid-19, de manera que ya solo queda un cinco por ciento de brecha por cerrar. En la variable compras por internet, ya se ha llegado a la paridad y la ratio de hombres y mujeres en profesiones del ámbito digital mejora para el género femenino, aunque quede más de un 60% de brecha por cerrar.  

Educación es otro de los índices que mejoran, con un incremento de 3,2 puntos porcentuales frente al año pasado, que dejaba el listón en el 67,9% de brecha. Este aumento se debe a que variables como la tasa de abandono escolar, la tasa de educación terciaria y la formación continua de adultos hayan alcanzado y superado la paridad con unos resultados más positivos para las mujeres en todos los casos. Sin embargo, el medidor constata que la educación de carreras STEM sigue teniendo una mayor distancia al 50%, aunque haya experimentado una mejoría respecto a los años anteriores.

Empleo y Conciliación son las otras categorías que avanzan en 1,1% y 0,6%. Este incremento se sostiene en el aumento de la presencia de mujeres en cargos de liderazgo en empresas privadas y en una menor brecha en las pensiones. En el caso de la conciliación, a pesar de los datos positivos, no se consiguen recuperar los datos previos a la pandemia, cuando se alcanzó el 44,4% y disminuye el tiempo dedicado al ocio en los dos sexos.   

A pesar de ser la variable con mayor paridad, la evolución del indicador Salud muestra que la tendencia no es favorable. En este último año, esta brecha de género ha empeorado ligeramente debido al riesgo de pobreza y a la reducción de los años de “buena salud” de las mujeres, en relación a su esperanza de vida.