Experiencias

28/11/24

Mujer fuerte y apasionada, una “equilibrista empresarial”, esta cocinera que cree que nunca lo hubiera sido si hubiera comenzado en nuestro país y no en Holanda, considera sus reconocimientos internacionales una gran sorpresa.

“Cuando empiezas a cocinar es muy recomendable ir a otros sitios y conocer otros mundos”, cree Begoña Rodrigo, dueña del restaurante La Salita, que posee una estrella Michelín y dos soles Repsol. Y lo dice con conocimiento de causa, ya que muy joven, dejó su carrera como ingeniera buscando su destino en Holanda, trabajando en hoteles. “Empecé lavando platos y terminé de jefa de cocina”, señala. Esa posibilidad de promoción profesional que existe en el exterior la hace pensar: “si hubiera comenzado en España quizás lo hubiera dejado”, afirma.

Y los mercados internacionales la han seguido trayendo cosas buenas incluso sin haberlo buscado, por ejemplo, ser reconocida como la mejor cocinera de verduras de Europa y la segunda del mundo, “lo que me ha beneficiado en mi negocio” o ser la primera mujer en capitanear el Festival Gastronómico de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), la más importante en habla hispana del mundo, cuya edición de 2024 tiene a España como País Invitado de Honor.

Transmite mucha fuerza y es capaz de convencerte de algo si ella quiere, explica con vehemencia. Quizás por eso no haya tenido referentes y siga esperando “esa mujer que no hubiera empezado a cocinar cuando tuvo hecha su vida, su casa y su familia. Una mujer que haya tenido hijos en el camino, que haya tenido una vida normal y que además, haya podido cocinar sin morir en el intento, es la que creo que necesitan las jóvenes para dedicarse a esta profesión”, asegura, aunque ella no se quiera poner como ejemplo.

Conoce mejor a Begoña Rodrigo en esta entrevista.