Experiencias

29-06-2023

Ana repasa con nosotros su trayectoria liderando todo tipo de empresas técnicas, y nos cuenta cómo ha dejado su impronta en esta firma de cerámica Marca España con el relanzamiento de su actividad internacional.

A esta ingeniera industrial con más de veinte años de experiencia en dirección de empresas se le planteó un nuevo desafío cuando, en 2016, el fondo de inversión para el que trabajaba adquirió Lladró de manos de la familia fundadora. De liderar empresas de consultoría o con un perfil mucho más técnico, Ana Rodríguez se encontró capitaneando la nueva andadura de esta marca de cerámica tan tradicional en los hogares españoles, primero para reconducirla en el plano económico y empresarial, y luego para darle una nueva mirada creativa que sirviera para relanzar la marca en todo el mundo.

Tras poner en marcha estas estrategias llegó el covid y supuso un nuevo reto, aunque luego se convirtió en una oportunidad. “Dedicarnos al interiorismo y a la decoración del hogar, además desde una perspectiva más emocional, en un momento de confinamiento y de estar en casa, nos ayudó en ventas, y también a desarrollar el canal online”, explica. Ordenar la estrategia en los diferentes mercados exteriores y aplicar el mix de canales más adecuado para esa nueva imagen y productos de Lladró, “además de convencer a todos de que esa era la línea más adecuada para la empresa”, han sido sus principales aportaciones a la internacionalización de la firma.

Desde una compañía donde el 65% de la plantilla son mujeres y hay paridad en los puestos de dirección, y en un sector con poca presencia femenina en la toma de decisiones, Ana Rodríguez afirma que cambiar la situación para favorecer la igualdad “supone un cambio cultural muy profundo que solo se consigue a largo plazo”.

Descubre la entrevista entera en este vídeo.