El Banco Central de Nigeria cierra las oficinas de cambio


El mercado de divisas es el más grande del mundo con un valor de más de 6,5 billones de dólares en movimientos diarios registrados en mercados organizados a través del mercado interbancario. Los tipos de cambios como el USD/EUR, o EUR/GBP son considerados como 'majors', con hasta un 85 % de las operaciones realizadas en esas divisas.

El tipo de cambio USD/NGN es considerado como un tipo de cambio exótico ya que no tiene gran volumen en operaciones realizadas ni liquidez. Por otra parte, conlleva un riesgo y una volatilidad elevados además de un mayor spread (la diferencia entre el tipo de cambio vendedor y el tipo de cambio comprador de un banco).

Nigeria se caracteriza por tener un tipo de cambio dual: con un tipo de cambio oficial y otro en paralelo (en el que solo están autorizados a dar divisas las bancas comerciales y las oficinas de cambio). La venta de divisas a las oficinas de cambio por parte del Banco Central de Nigeria (BCN) se llevó a cabo en un esfuerzo por aumentar el acceso de las divisas a los pequeños usuarios finales, y así reducir la brecha entre la gran oferta de naira con la baja demanda de divisas.

La liberalización abrió el mercado de operaciones con moneda extranjera a las oficinas de cambio privados y a las oficinas de cambio de los distribuidores autorizados. Las operaciones de estas oficinas de cambio con la ventanilla del BCN eran básicamente operaciones en efectivo que se detallan a continuación.

Oficinas de cambio privadas

Las oficinas de cambio podían comprar divisas al BCN presentando el cheque de este emitido por sus bancos dos veces por semana (martes y jueves). Las oficinas de cambio compraban al BCN una cantidad equivalente de divisas hasta un límite máximo de 200 000 dólares estadounidenses dos veces por semana.

Oficinas de cambio con distribuidor autorizado

El distribuidor autorizado (generalmente un banco comercial) solicitaba al BCN (los lunes y miércoles) un máximo de 2 millones de dólares. Las divisas compradas por los bancos comerciales se desembolsaban en efectivo y las oficinas de cambio a su vez vendían a los usuarios finales sólo para las transacciones elegibles. Dichas transacciones elegibles incluían:

  • • Pago mensual de la hipoteca.
  • • Cuotas escolares en el extranjero.
  • • Gastos médicos en el extranjero.
  • • Pago de la tarjeta de crédito.
  • • Facturas de servicios públicos.
  • • Pago de primas de seguros de vida.

En un esfuerzo por garantizar que la liberalización llegase a los pequeños usuarios finales, en abril de 2006, el BCN autorizó la venta de divisas (efectivo) por parte de las oficinas de cambio. Todo esto, sin embargo, ha dejado de funcionar con efecto inmediato ya que el BCN ha declarado que no va a suministrar más divisas a estas oficinas de cambio ni a tramitar nuevas licencias.

Tal y como ha informado The Guardian, el gobernador del BCN, Godwin Emefiele, en una declaración oficial dirigida a los medios de prensa del país, ha afirmado que el papel de estas oficinas de cambio se ha desvirtuado del que fue su propósito inicial.

Según Emefiele, muchas de estas oficinas de cambio tienen un carácter ilícito en el que blanquean dinero y forman parte de actividades ilegales. Sin embargo, los economistas han criticado la capacidad del BCN para enfrentarse a la clase política, a menudo vinculada con la propiedad de estas oficinas de cambio. Esto ha generado interés por parte de los inversores que afirman que el BCN hace muestra de una valentía con la que no suele actuar habitualmente frente a los grupos de interés que pueden presionar estas acciones.

Por otro lado, los bancos comerciales no tienen dólares para dar a sus clientes a cambio de nairas. El efecto consecutivo con esta normativa es que conseguir dólares será todavía más difícil que ahora. En general, el volumen de operaciones con pago en efectivo a través de retiradas de dinero de los bancos comerciales determinará cuánto se apartarán los tipos actuales del mercado paralelo de los tipos oficiales.

La medida del BCN está alineada con el objetivo de unificar los tipos de cambio y aportar más transparencia al mercado de divisas. La unificación de los tipos de cambio está en consonancia con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial para mejorar el perfil y la solvencia del país.