La Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes) ha publicado recientemente su ‘Análisis sobre el impacto socioeconómico de los valores y principios de la Economía Social en España’. De este trabajo, se desprende que el modelo basado en el asociacionismo y el cooperativismo apenas hace distinciones entre sus empleados por razón de género, si atendemos a las tablas salariales.

En ellas se refleja una brecha media de solo 3 puntos a favor de los hombres, mientras que la diferencia se dispara hasta el 26% en la economía convencional. Es decir, 23 puntos más.  

Eso sí, la desigualdad varía en función de la franja de edad. Si bien las trabajadoras menores de 25 años tienen un salario ligeramente superior al de sus compañeros, la situación cambia en el grupo de mayores de 55, ya que ellas perciben un 13% menos.

Si nos vamos a las cifras de la economía mercantil, vemos que las empleadas de más edad salen peor paradas porque cobran un 35% menos que ellos.

Por lo que respecta a la tasa de mujeres directivas y con cargos de responsabilidad, el modelo económico social cuenta con una importante presencia femenina, que alcanza el 54,6%. Además, aporta mayor flexibilidad para una mejor conciliación entre la vida laboral y personal.

Atendiendo a los datos expuestos, se puede observar que este modelo empresarial contribuye de manera efectiva a generar y mantener empleos de calidad, en particular entre las mujeres, tal y como concluye el ‘Análisis sobre el impacto socioeconómico de los valores y principios de la Economía Social en España’.

Pero, a pesar de los logros conseguidos por la economía social en materia de igualdad de oportunidades, los máximos responsables de Cepes consideran que esta tendencia debe consolidarse con nuevas estrategias que favorezcan la participación femenina en la toma de decisiones.