Experiencias

Talento femenino científico y tecnológico, clave de futuro del sector STEM
Talento femenino científico y tecnológico, clave de futuro del sector STEM

11/05/2023

La presencia de mujeres en carreras y profesiones científico-tecnológicas es muy escasa porque son disciplinas vinculadas históricamente a los hombres. En cambio, la aportación femenina ha sido tan o más importante que la masculina, pero sus logros se han silenciado. Tan solo hay que darles voz para revertir esta situación.

La ciencia y la tecnología no se entienden sin las mujeres y su contribución ha sido clave para el progreso de estas disciplinas a lo largo de la historia. Marie Curie o Rosalind Franklin son dos de los grandes exponentes femeninos internacionales por sus descubrimientos en áreas como la radioactividad y el ADN, respectivamente, pero hay muchas otras científicas y tecnólogas tan grandes como ellas que han caído en el olvido porque sus historias no han trascendido.

Este silencio ha derivado en una falta de referentes entre las más jóvenes y ha hecho emerger una serie de estereotipos de género que han condicionado su manera de ver y de relacionarse con la ciencia y la tecnología. Se trata de un agravio sociocultural que, hoy por hoy, se traduce en una escasa presencia demujeres en carreras, grados, másteres o doctorados STEM (acrónimo creado por las siglas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en inglés).

Así lo indica la Radiografía de la Brecha de Género en la Formación STEAM, elaborada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, según la cual solo el 25% de los estudiantes que cursan estudios científico-tecnológicos son mujeres, lo que representa un serio problema, porque conlleva una importante pérdida de talento.

La CEO de Winnova y asesora de la Comisión Europea en materia de innovación, Carmen Baena, apunta a las ideas preconcebidas como causantes: “Son el motivo fundamental porque hacen que determinadas profesiones y estudios universitarios se asocien a los hombres, pero todavía son peores los estereotipos que hacen que ellas lleguen a pensar que no tienen capacidades suficientes”.

Las mujeres se decantan por las vocaciones STEM más sociales y enfocadas en el  cuidado

“Muchas chicas tienen una orientación social muy fuerte y creo que no son conscientes y no saben que la tecnología es un medio fantástico para mejorar el mundo”, explica también Baena al portal ‘Mujer e Internacionalización’.

La pérdida de interés por las disciplinas científico-tecnológicas empieza a la edad de ocho años y la brecha ya es completamente visible entre las jóvenes de 15, tal y como señalan desde Womenteck, Asociación Mujer, Ciencia y Tecnología.

Es entonces cuando ellas se empiezan a decantar por las vocaciones y carreras científicas más sociales o de enfoque hacia el cuidado como la enfermería (81,7%), la biomedicina (75%) o la medicina (68,7%). Así lo refleja el estudio To be smart, the digital revolution will need to be inclusive de la UNESCO.

En cambio, las matriculaciones femeninas en estudios universitarios relacionados con la tecnología y la ingeniería no superan el 13% y el 29%, respectivamente, según el último Observatorio Social de la Fundación La Caixa elaborado a partir de los datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU) del Ministerio de Universidades.

Este Observatorio también analiza aspectos como el rendimiento, los resultados o la tasa de abandono, destacando que las mujeres obtienen mejores calificaciones que los hombres. Por ejemplo, el desistimiento masculino en estudios de ingeniería, industria y construcción asciende al 26% mientras que el femenino no sobrepasa el 19%. Las futuras ingenieras también rinden mejor que los hombres y así lo muestra el número de créditos aprobados respecto a los matriculados en grados STEM: ellas superan cerca del 79% mientras que ellos se quedan en el 72%.

La brecha de género en el sector STEM se agrava en el ámbito laboral

A tenor de estos datos, el talento femenino es evidente, pero, lamentablemente, la brecha de género se acentúa en el ámbito laboral, ya que las mujeres solo representan el 16% de los profesionales científico-tecnológicos (Observatorio de La Caixa). Se trata de un dato alarmante, más teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de la oferta de los puestos relacionados con estas disciplinas.

La CEO de Winnova, Carmen Baena, lamenta la escasez de féminas en este tipo de profesiones, tras haber apuntado previamente a los estereotipos como responsables: “Deberíamos ser más, porque tenemos un futuro por delante que sabemos que es tecnológico y debemos participar en su construcción”.

Así, por ejemplo, nos encontramos con que ellas solo representan el 14% en uno de los perfiles tecnológicos más demandados, el de analista de ciberseguridad. La situación es incluso peor en especialidades como la ingeniería de confiabilidad de sitio (5%); ingeniería de sistemas en la nube (9%); DevOps engineer (10%); y  consultoría de ingeniería de software (12%). Estas cifras se han extraído del listado de LinkedIn ‘Empleos en auge’, que identifica los 25 perfiles laborales que han ganado más terreno en los últimos años, y constatan la infrarrepresentación femenina en las profesiones de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Las dificultades para encontrar perfiles científicos y tecnológicos por parte de la fundadora y CO-CEO de Fintonic, Lupina Iturriaga, confirman la escasez femenina: “Por mucho que pida currículums de mujeres STEM, me cuesta. Siempre recibo muchos más de hombres. Me da rabia porque me gustaría tener los mismos y, en igualdad de condiciones, escoger siempre por meritocracia”.

Iturriaga es una firme luchadora contra las desigualdades de género y está poniendo todo su empeño para eliminarlas. “Estoy empezando a ir a algunos colegios a hablar con niñas para que escojan las carreras de ciencias”, reconoce la CEO de Fintonic a este portal.

Precisamente, atraer e impulsar el talento femenino es uno de los retos prioritarios del sector STEM y esta tarea empieza por las etapas más tempranas. Por lo tanto, hay que ponerse manos a la obra y dotar al sistema educativo de nuevas estrategias y programas formativos para acercar las carreras técnicas a las más pequeñas.

La directora de Comunicación de Google para España y Portugal, Anaïs Pérez, cree que la tecnología debe formar parte del currículum educativo, pero con algunos matices: “Esto no quiere decir que los niños y niñas tengan tabletas en la escuela o en casa, tiene que ver con enseñarles a ser los creadores de la tecnología del futuro para que empiecen a pensar en la tecnología soñada y cómo poder desarrollarla”.

También es clave dar visibilidad a los referentes femeninos en el aula, en el material didáctico y en los medios de comunicación, así como generar espacios de trabajo y talleres que fomenten la participación del alumnado y, especialmente, de las niñas. 

Iniciativas para acabar con la infrarrepresentación femenina en el sector STEM

Para empezar a cambiar determinadas dinámicas son imprescindibles movimientos como Mujeres STEAM, que fomenta la incorporación femenina a los sectores de la ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas. Su objetivo pasa por conseguir que mujeres y niñas elijan sus estudios y su futuro profesional sin verse influenciadas por estereotipos y roles de género.

Precisamente, desde Mujeres STEAM organizan talleres educativos presenciales a la carta para que las alumnas de primaria y secundaria de los centros educativos de Castilla la Mancha descubran profesiones científicas, ingenierías o arquitectura. Lo hacen dando visibilidad a las mujeres que desarrollan estos roles y mostrándoles los referentes femeninos tantas veces silenciados.

También pretenden romper el estereotipo de friki asociado a la programación informática, presentándola como algo divertido y potenciando el componente creativo y de ayuda a la sociedad.

Por su parte, empresas como Huawei llevan a cabo otras iniciativas como el taller ‘Chicas Robóticas’, dirigido a niñas de entre 10 y 12 años. Es un proyecto enmarcado dentro de la iniciativa ‘Creando Oportunidades a través de la Educación’ de la propia compañía tecnológica y que organiza junto a la Fundación Inspiring Girls’.

También existen organizaciones como la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), que se presentó en junio de 2002 con la voluntad de defender los intereses y la igualdad de derechos y oportunidades de las investigadoras y tecnólogas españolas.

Desde esta asociación velan por la aplicación de la normativa, tanto española como comunitaria; recogen datos desagregados por sexo en los distintos niveles profesionales de las instituciones científico-tecnológicas y académicas; crean nodos y grupos locales y temáticos para llevar a cabo las actividades relacionadas con los objetivos y fines de la asociación; y organizan seminarios, coloquios y conferencias de todo tipo para la reflexión y el debate.
 

El futuro laboral pasa por la digitalización

El futuro digital en el ámbito laboral es indudable, pero es imposible anticipar cuál puede ser el horizonte tecnológico por la velocidad de los cambios. Aun así, el último informe sobre Economía Digital en España, elaborado por Adigital, estima que el 30% de los empleos serán de nueva creación en 2035. Estos trabajos estarán ligados a las nuevas tecnologías e incluirán operadores de robots médicos, controladores de drones o growth hacking managers, entre otros.

Para ese mismo año, se espera que el 58% de los empleos actuales sigan existiendo, pero requerirán capacidades totalmente distintas. El 12% estarán completamente automatizados, especialmente aquellos vinculados al transporte y la logística, la industria manufacturera y el comercio minorista.

Este panorama hace imprescindible reducir la brecha de género tanto en la formación como en las profesiones STEM para contar con todo el talento femenino, porque es evidente que aumentará la demanda laboral de perfiles científico-tecnológicos en los próximos años.

Por ello, hay que ponerse manos a la obra y orientar la formación hacia estas vocaciones en las etapas educativas más tempranas, con programas, talleres e iniciativas para romper con los estereotipos y los roles de género forjados a lo largo de los años.

El objetivo no es otro que erradicar las falsas creencias que relacionan la ciencia y la tecnología con los hombres, porque la historia nos dice todo lo contrario a través de referentes del pasado como Marie Curie, Rosalind Franklin o Margarita Salas y del presente como María Blasco, Montserrat Calleja, Elena García Armada, Carmen Baena, Lupina Iturriaga o Anaïs Pérez, entre muchas otras. Por lo tanto, hay que darles voz y dar a conocer sus historias.

XAVIER VALLBONA