El ecosistema de empresas emergentes francés es uno de los más desarrollados de Europa y, en 2020, las fintechs de nueva creación en Francia han demostrado su resistencia y su capacidad para atraer capital.
France Digitale, la mayor asociación de startups e inversores de Europa, ha publicado una guía que recoge las mejores prácticas sociales y medioambientales de las empresas tecnológicas francesas. Entre los intereses principales que persiguen las empresas galas destacan atraer talento, clientes o inversores y reducir la huella ecológica.
Según informa Les Echos, cuando en Francia se impuso el primer confinamiento hace justo un año, nació la iniciativa #tech4values. Con el apoyo de France Digitale, su objetivo era poner de relieve las mejores prácticas de las empresas emergentes francesas para facilitar la contratación. En el marco de esta iniciativa se publica la Guía de buenas prácticas de los campeones tecnológicos, diseñada con el grupo de trabajo RespUp (Grupo de reflexión que promueve las “startups responsables”).
En la elaboración de la guía han participado veinte de las grandes campeonas de la French Tech. Cada una de ellas analiza sus propias prácticas e identifica un elemento diferenciador a nivel social o medioambiental con impacto positivo y que podría inspirar a otras empresas. "Hemos elegido deliberadamente empresas de tamaño significativo porque uno tiende a pensar que es más fácil ser virtuoso cuando se es muy pequeño. Estas empresas demuestran que es posible combinar tamaño y virtud”, explica Frédéric Mazzella, fundador de BlaBlaCar y copresidente de France Digitale, y añade que “esto debería inspirar a los más pequeños a seguir este camino y a los más grandes a reproducir y amplificar lo que ya funciona a cierta escala".
De todas formas, es difícil confirmar que el éxito de estas veinte empresas sea consecuencia de sus buenas prácticas. Sin embargo, algunas de ellas, como Ynsect, Black Market, Eco Vadis o BlaBlaCar, son grandes líderes mundiales, únicas en su género y llevan consigo valores de responsabilidad y sostenibilidad muy específicos. Algunas de estas buenas prácticas incluyen disponer de una sala de lactancia en el lugar de trabajo, permisos de paternidad, patrocinio por competencias, certificación ISO o realización de evaluaciones de la huella de carbono.
En cualquier caso, todas tienen un interés fundamental: atraer talento, clientes e inversores. Seis de las 20 empresas encuestadas consideran que las medidas adoptadas para reducir su huella ecológica son esenciales en este sentido. La misma proporción considera que su política de empleados responsables es "la clave del éxito".
En un momento como el actual, en el que se suele señalar la huella medioambiental de la tecnología digital y es habitual denunciar las prácticas sociales de las startups, este contradiscurso equilibra la balanza al dar a conocer las buenas prácticas de las empresas emergentes tecnológicas francesas.
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