Los consumidores franceses optan por marcas personalizadas y responsables


Tras la pandemia de la COVID-19 los consumidores franceses optan por marcas más personalizadas y responsables.

Según un estudio de mercado realizado por Faire y OpinionWay, del cual se hace eco Le Courrier du Meuble et de l' Habitat, la pandemia, los confinamientos y la interrupción del comercio mundial han alterado profundamente la forma de consumo. Los compradores franceses, más concienciados e informados, optan por productos más reales, duraderos y respetuosos con el medio ambiente. Asimismo, se ha aumentado el interés por los productos “made in France”. En consecuencia, los principales actores de la producción en masa, asociados al “made elsewhere” y con productos estandarizados, han perdido popularidad por las nuevas preferencias de los consumidores franceses.

Los establecimientos preferidos por los franceses para realizar sus compras son las grandes cadenas para productos de alimentación, higiene y belleza, muebles, decoración y moda. Sin embargo, a la hora de comprar productos de lujo y joyería, las boutiques independientes salen ganando. Cabe destacar que, excepto para los juguetes, los franceses prefieren realizar sus compras de forma física que online. En cuanto a actitudes de compra, los franceses buscan productos que reflejen su personalidad, con los que se sientan identificados. Además, atienden más a sus gustos. En menor medida, los franceses buscan productos estándar y funcionales.

El presente de los productos estandarizados

Profundizando en la cuestión de la normalización, la encuesta destaca los productos que se perciben como más estandarizados son la ropa y los accesorios (para el 54 % de los encuestados), seguidos de los productos alimenticios (51 %), los de salud y belleza (40 %), los muebles (37 %) y los artículos de decoración (24 %). Sin embargo, el 36 % de los encuestados cree que los artículos de decoración deberían estar menos estandarizados y el 33 % opina lo mismo del mobiliario (sillas, sofás, muebles, etc.).

La respuesta a la preferencia de compra más personalizada de los consumidores franceses la tienen las marcas independientes. Este tipo de negocios están de moda porque responden a las preocupaciones surgidas de la crisis de la COVID-19: la fabricación local, los productos artesanales y el consumo responsable.

En consecuencia, se observa un desequilibro entre el tipo de oferta y la demanda en el mercado francés. Se demanda mayor originalidad, autenticidad, personalización, novedad y ética. Esto supone una oportunidad en el mercado para los minoristas independientes, que suelen ofrecer productos únicos.

Atendiendo a la visión de los franceses sobre las marcas independientes, los encuestados indican que este tipo de negocios cuenta con poca visibilidad en Internet. Ante esto, cabe mencionar que los marketplaces pueden servir de herramienta para dar a conocer marcas pequeñas.

No obstante, hay que destacar que algunos consumidores mencionan obstáculos en la compra de productos a marcas independientes. Por ejemplo, el 56 % de los encuestados cree que "comprar productos estandarizados es tranquilizador, ya que están seguros de no cometer ningún error".

Por otra parte, las grandes marcas que dominan el mercado también disponen de medios para dar la espalda a la estandarización, como lanzar ediciones limitadas y colecciones "cápsula". Los fabricantes, igualmente, pueden ofrecer piezas únicas o a medida gracias a herramientas industriales cada vez más digitalizadas.

Experiencia de usuario, relación calidad-precio y confianza en la marca, los aspectos más valorados por los franceses

Productos que resisten a la crisis inflacionaria en el mercado francés