En dicho comunicado, recogido por la agencia EFE, se adelantó que se flexibilizarán los protocolos sanitarios a la llegada de viajeros, que se centrarán en la vigilancia de pasajeros sintomáticos y en la toma de temperatura. Se podrán llevar a cabo pruebas PCR aleatorias, aunque no se exigirá el documento donde lo atestigüe a la llegada si se posee un certificado de vacunación.

La noticia ha sido recibida con optimismo en el sector turístico, que comienza a movilizarse con el acondicionamiento de aeropuertos, la reactivación de turoperadores y cadenas hoteleras. En ese sentido, las principales cadenas españolas con gran presencia en Cuba ya están promocionando la próxima apertura de sus hoteles.

Además, con más de 100 000 trabajadores vinculados al sector, el reinicio de actividades pretende potenciar el empleo estatal e impulsar a los trabajadores por cuenta propia (TCP) que habían visto paralizada su actividad desde el año pasado.

Este año, Cuba recibió de enero a mayo 225 417 viajeros extranjeros, casi dos millones menos en comparación con el mismo periodo de 2020, según datos de la ONEI. De este modo, con la progresiva apertura de la isla, se intenta relanzar el sector y potenciar la recrudecida economía cubana, muy dependiente de los ingresos de divisas procedentes de los turistas.

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