Según publica la revista Cash, tras los cambios provocados por la pandemia, los comerciantes austriacos se centran en atender las nuevas exigencias de los consumidores. Las ventas de a través del comercio electrónico han aumentado un 17,4 %, mientras que las de realizadas desde el teléfono móvil lo han hecho un 50 %. Además, el 70 % de los establecimientos prevé ofrecer sus productos a través de marketplaces o plataformas digitales.

Antes del comienzo de la pandemia, el comercio electrónico era para algunos comercios una fuente minoritaria de ingresos que ahora se ha convertido en la principal. Los hábitos de compra han cambiado, pero no solo en los más jóvenes, sino también en las personas mayores de 55 años, que se han adaptado al medio digital para realizar sus compras. El 93 % de los minoristas ofrecieron nuevos servicios digitales en 2020 y el 73 % invirtieron en su estrategia omnicanal para que los clientes pudieran disfrutar a través del canal online de la misma experiencia de compra que en el comercio físico.

Algunos de los servicios que se han añadido son los pagos en línea, la mayor facilidad en cuanto a plazos de devolución y la comodidad de no desplazarse hasta el establecimiento para conocer más información acerca de los productos. También, son muchas las tiendas en línea que permiten filtrar por disponibilidad en tienda o entrega en el día o que establecen unos plazos de entrega concretos antes de realizar el pedido.

Como consecuencia de estas nuevas tendencias en el comercio electrónico, los sellos de calidad y certificados han adquirido una gran importancia. Actualmente, el 39 % de las tiendas online de Austria ya utiliza Trustmarkt Austria, Österreichisches E-Commerce-Gütezeichen o Trusted Shops.

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