Las proteínas sintéticas atraen la atención de los inversores en Francia

25/03/2022 Les Echos

En 2021 las startups europeas especializadas en el desarrollo de proteínas alternativas consiguieron atraer más de 2500 millones de euros en inversión, una cantidad cinco veces superior a la alcanzada en 2020 según The Good Food Institute Europe, tal y como ha recgido Les Echos. El segmento de las proteínas sintéticas o alternativas ha experimentado un enorme crecimiento en Francia, en un marco actual en el que los científicos señalan con mayor insistencia los efectos nocivos sobre el medio ambiente y la salud que genera la industria cárnica tradicional.

Otro de los segmentos que ha experimentado un gran crecimiento es la fermentación de precisión, técnica basada en la fabricación de proteínas lácteas como sustituto de los lácteos tradicionales. Por ejemplo, la francesa Bon Vivant colabora con grandes grupos europeos para comercializar productos que tengan un sabor idéntico a la leche de vaca, sin necesidad de emplear animales.

Dentro del sector de los sustitutos cárnicos, aquellos hechos a base de plantas no solo son los más antiguos, sino también los que mayor financiación han obtenido, con 2200 millones del total. En Francia destacan HappyVore, La Vie y Umiami, empresas enfocadas a producir alimentos similares en gusto y apariencia a la carne tradicional para atraer al consumidor.

El último gran segmento presente en el sector de las proteínas alternativas es la agricultura celular, con una financiación cercana a los 140 millones de euros. Llama la atención el caso de la francesa Gourmey, que comercializa foie gras sintético, en cuyo proceso seleccionan células de huevo, las colocan en una fermentadora y dejan que las células se reproduzcan, para semanas después recoger la carne completamente cultivada y desarrollada.

Los grandes defensores de la industria aseguran este es el modo de reducir la ganadería intensiva, reduciendo así el uso de recursos naturales y evitando el sufrimiento de los animales. Por el contrario, los costes son aún muy elevados, y la legislación complica las actividades y comercialización de estos productos en gran parte del mundo, barreras a las que el sector tendrá que hacer frente para alcanzar al público general y colocarse como alternativa viable a la industria tradicional.