El comercio de China se contrae

Puerto de Yantian (provincia de Cantón)
Las importaciones cayeron un 10,6% interanual en noviembre

La débil demanda internacional, la lucha contra la pandemia y la crisis de los semiconductores lastran la evolución de los intercambios chinos

Los datos sobre el comercio exterior de China durante el pasado mes de noviembre mostraron sus peores registros en cerca de dos años y medio debido a las interrupciones producidas por la lucha del Gobierno contra el COVID-19, pero también a la débil demanda internacional.

De esta manera, según informa South China Morning Post, las exportaciones se contrajeron un 8,7% interanual hasta situarse en 296.000 millones de dólares, mientras que las importaciones cayeron un 10,6% en comparación con el mismo mes de 2021 y apenas superaron los 226.000 millones de dólares.

Aunque Pekín está aliviando algunas de sus estrictas restricciones para controlar la pandemia, los envíos chinos al exterior llevan perdiendo fuerza desde agosto y es probable que se reduzcan aún más en los próximos trimestres.

Las exportaciones a los Estados Unidos se redujeron un 25% el pasado noviembre en comparación con el mismo mes de 2021. También cayeron más de un 10% las destinadas a la UE y se observó una desaceleración del 5,1% en las ventas a los países de la ASEAN, que constituyen el mayor socio comercial de China.

En cuanto a las importaciones, destaca aquí el aumento de las compras de productos energéticos a Rusia y la fuerte reducción de las importaciones de semiconductores y de circuitos integrados. En este sentido, los datos parecen demostrar que la prohibición de vender chips de última generación de Estados Unidos a China ha comenzado a tener un impacto sustancial.

“En general, la economía mundial se está desacelerando y el endurecimiento de la política monetaria en Europa y Estados Unidos aún no ha terminado, por lo que la caída de las exportaciones chinas continuará durante un tiempo relativamente largo”, señaló el economista del Standard Chartered Bank Ding Shuang al citado medio.

No obstante, Ding Shuang apuntó que las compras de otros productos pueden recuperarse según vaya reabriéndose gradualmente la actividad en el país asiático, sobre todo cuando se reanuden los viajes por avión y tren.

En cualquier caso, tal como se subraya desde Reuters, la evolución del comercio chino fue peor de lo que habían pronosticado los mercados.

Las cifras refuerzan asimismo la tendencia hacia el retroceso en los intercambios mundiales, a medida que las empresas y los consumidores recortan el gasto como respuesta a los movimientos de los bancos centrales para controlar una inflación que se ha visto impulsada por las consecuencias de la guerra de Ucrania.

También hay que tener en cuenta que la economía de China solo creció un 3% en los tres primeros trimestres y que el margen de maniobra del Gobierno, con un yuan que ya ha caído drásticamente este año, es limitado. Por ello, un fuerte estímulo de la política monetaria en el país justo en un momento en el que los tipos de interés a escala mundial han subido rápidamente podría desencadenar importantes salidas de capital.

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