Según informa The Korea Herald, los dos principales gigantes de la venta al por menor de Corea del Sur, que también son los principales importadores de vinos de la categoría más barata, se están preparando para producir por su cuenta vinos de alta gama. Shinsegae Property, la rama de desarrollo inmobiliario del grupo adquirió el mes pasado la bodega estadouni dense Shafer Vineyards por 299 600 millones de wones (225 millones de euros). Este viñedo de 80 hectáreas es conocido por sus vinos de lujo, como el Hillside Select, cuyo precio ronda los 860 000 wones por botella (alrededor de 650 euros). Con esta última adquisición, Shinsegae pretende ampliar su negocio vinícola y, en última instancia, elaborar sus propios vinos de alta gama.
Su rival más cercano, Lotte, también está estudiando la posibilidad de adquirir una bodega en Europa para hacer incursiones en la producción de vino. Su renovado impulso se produce en un momento en que los dos minoristas han experimentado un crecimiento estelar en sus negocios vinícolas en los últimos tiempos. En medio de la prolongada pandemia, cada vez más personas disfrutan de licores más ligeros en las fiestas domésticas, y el vino es cada vez más la opción favorita.
El año pasado, Shinsegae L&B, la rama de licores y bebidas de Shinsegae, vio aumentar las ventas de vino en un 58,2 %, hasta 230 000 millones de wones (172,7 millones de euros), desde 2020, mientras que la unidad de bebidas de Lotte, Lotte Chilsung Beverage, registró 80 500 millones de wones (60 millones de euros) en ventas de vino, un 34,4 % más que hace un año. También resulta interesante destacar, en cuanto a alcoholes de alta gama (whisky, ron, tequila y otros licores) que, a pesar de no haber crecido tanto el volumen importado o incluso de haberse reducido, el valor importado ha aumentado en muchos de los casos. Esto indica claramente un cambio de preferencias por parte de los consumidores coreanos, que comienzan a gravitar más hacia productos más sofisticados y de mayor calidad.
En la actualidad, los vinos de importación representan más del 90 % del consumo de vino en Corea del Sur. Ambas empresas han incrementado las ventas de vino importando vinos de bajo precio dirigidos a los jóvenes con presupuestos más ajustados. Con la idea de fabricar sus propios vinos, ambos parecen adoptar una estrategia de dos vías, dirigiéndose al mercado de alta gama con sus propios vinos de primera calidad, apoyándose al mismo tiempo en importaciones más baratas para atraer la creciente demanda.
Los expertos afirman que los minoristas tardarán algún tiempo en obtener beneficios con su propia producción de vino, citando los enormes costes operativos en las fases iniciales, así como las limitaciones de suministro de materias primas, como las uvas de calidad. No obstante, el mercado del vino de alta gama es muy lucrativo en el largo plazo, aún más en Corea del Sur, un mercado que, según Wine Intelligence, es el segundo mercado de vino más atractivo, junto a Estados Unidos, asegurando que las ventas de vino en el país asiático han crecido más un 11 % entre 2016 y 2020.
En 2020, Corea del Sur ascendió ocho puestos para ocupar el segundo lugar y mantuvo la clasificación en el Informe Global Compass 2021 del año pasado, un estudio anual que mide los factores económicos y de mercado clave para clasificar el atractivo de las bebidas en 50 países diferentes. Según datos recientes de aduanas, el frenesí del vino ha sido alimentado por la pandemia de coronavirus. El valor de las importaciones se disparó un 70 %, pasando de 303 millones de euros en 2020 a 515 millones en 2021 y se prevé que el mercado del vino continue creciendo.
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