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Ghana cuenta con una población aproximada de unos 30 millones de habitantes. Se trata de un país de renta media (media-baja) en la clasificación realizada por el Banco Mundial; aunque es difícil dar una cifra exacta y hay mucha desigualdad, la renta per cápita asciende aproximadamente a 2.000 €/año. Ghana es un enclave diferente en el contexto regional, no sólo por su tamaño (en términos de población y económico), sino sobre todo por su estabilidad política e institucional. Actualmente es la segunda economía de África occidental tras Nigeria y en los últimos 15 años ha sido uno de los una de las economías que más ha crecido en el mundo.
Tras la experimentar una fuerte desaceleración en 2014-15 y recibir asistencia financiera del FMI, en 2019 los principales indicadores económicos han conseguido significativos logros:
- El crecimiento del PIB se ha recuperado de las cifras registradas en el periodo 2014-2016, acelerándose hasta el 7% en 2019
- El déficit fiscal ha disminuido de forma ostensible: pasando de 10,1% del PIB en 2014 a 7% en 2019. La ratio deuda/PIB ha disminuido en los últimos años, pasando del 73,4% del PIB registrado en 2016 al 63% del 2019, sobre todo por la nueva base estadística que ha incrementado el denominador
- La inflación, que llegó a superar el 15% en el periodo 2014-2016 ha seguido una senda descendente, resultado de una política monetaria estricta y del cese del recurso del Gobierno a monetizar el déficit. En 2019, la inflación se sitúa en el 7,8%, dentro del objetivo establecido por el Banco Central
- Asimismo, un notable crecimiento de las exportaciones ha permitido una reducción del déficit por cuenta corriente a un 3,1% en 2019. Los descubrimientos de petróleo y gas, junto con el aumento del precio del oro han favorecido este resultado
Pese a esta mejora del cuadro macroeconómico, el país sigue enfrentándose a diversos retos como la caída progresiva de las reservas, la depreciación del cedi (del 12,9% en 2019) y la precaria situación financiera de la mayoría de las empresas públicas (especialmente las del sector energético).
Puede encontrar más información en la página web de la Oficina (ghana.oficinascomerciales.es), que contiene un análisis muy completo de la estructura y coyuntura económicas del país.
- Renta per cápita superior a la de sus países vecinos.
- Estabilidad sociopolítica: a diferencia de los demás países de la región, en Ghana no ha habido ni guerras civiles ni matanzas ni terrorismo. El país es pacífico y seguro. Es una democracia consolidada en la que se han producido alternancias de gobierno y los ghaneses se sienten orgullosos de dicha estabilidad.
- Mejor marco regulatorio de la región.
- Inglés como idioma de trabajo.
- Mercado pequeño: la economía de Ghana tiene un tamaño similar a la de Galicia, y la CEDEAO (ECOWAS) no está adecuadamente integrada.
- Cierta inseguridad jurídica: aunque Ghana tiene el mejor ordenamiento jurídico de la región, la corrupción y ciertos cambios normativos pueden causar algún que otro quebradero de cabeza. La inseguridad jurídica es especialmente problemática en el caso de la propiedad de la tierra.
- Problemas operativos: falta capital humano (y, en consecuencia, el que hay es caro); el suministro eléctrico es inestable y caro; la Administración es lenta; muchas contrapartes y proveedores pueden ser bastante informales (en tiempo, calidad, etcétera), la financiación en moneda local es prohibitiva, hay escasez de divisas.
- Estabilidad macroeconómica: mala situación de las finanzas públicas, inflación en niveles del 8%, depreciación de la moneda.
Los sectores más interesantes para la inversión española son la agroindustria, los servicios profesionales, la distribución comercial y la construcción inmobiliaria (enfocada a clientes privados y de renta alta).