Costes de establecimiento

Brasil cerró 2021 con un crecimiento del 4,6% y un acumulado 2020-21 de +0,6 p.p., lo que le sitúa como una de las economías que mejor superaron la crisis económica que provocó el COVID-19.

La política expansiva, monetaria y fiscal, instrumentada para sostener la actividad en 2020 y 2021 ha generado tensiones de precios, agravadas, como en otros países, por el encarecimiento de precio de la energía y los problemas logísticos internacionales. 2021 cerró con una inflación del 10%, lo que llevó al Banco Central de Brasil a elevar con fuerza sus tipos de intervención, que se sitúan en el 13,75%.

La crisis derivada de la invasión de Ucrania, si bien encareció aún más la energía importada, generó un fuerte aumento, sobre todo en reales, del precio de las commodities que exporta Brasil, lo que ha mejorado de forma notable sus términos de intercambio con el resto del mundo. La consecuencia del aumento de los tipos de interés y de la mejora en los términos de intercambio ha sido una notable apreciación del real brasileño, especialmente acusada durante el primer semestre de 2022, que en 2022 se revalorizó un 6% frente al dólar y un 13% frente al euro.

A lo largo de 2022 la actividad económica mantuvo su dinamismo en los dos primeros trimestres y se ha ido desacelerando en los siguientes, sintiendo los efectos de la fuerte subida de tipos de interés. No obstante, los datos del PIB tercer trimestre de 2022 (0,4% intertrimestral, 3,6% interanual) y la buena evolución del empleo indican que 2022 cerrará, como se preveía, con un crecimiento del PIB en torno al 3%.

El año 2023 se inicia con una previsión de menor crecimiento, que no superaría e 1% del PIB, motivado por los altos tipos de interés, la inflación y un entorno regional e internacional con menor actividad. Si bien en el periodo 2024-26 se espera una mejora hasta el entorno del 1,5%, estas previsiones ponen de nuevo de manifiesto el principal problema de la economía brasileña, que no es otro que su escasa productividad y por tanto la necesidad de avanzar en reformas para incrementarla, a través de la reforma de la administración pública y del sistema tributario y de una mayor integración en los mercados internacionales.

Lula da Silva fue elegido en octubre de 2022, en segunda vuelta, Presidente con el 50,9% de los votos (60,345 millones) frente al 49,1% (58,206 millones) conseguido por Bolsonaro. Lula da Silva tomó posesión el 1 de enero de 2023, en el que es su tercer mandato al frente del gobierno de Brasil. Su gobierno está compuesto por 37 ministros.

Brasil es la mayor economía de Iberoamérica y la décima del mundo, según datos del Banco Mundial (PIB de 2022), y cuenta con un mercado de 214 millones de personas.

La proximidad cultural con España es una de las ventajas más notorias a la hora de establecer relaciones comerciales. Asimismo, tanto las autoridades del país como los empresarios tienen la firme voluntad de atraer inversiones para dinamizar y estabilizar la economía.

Otro punto a tener en cuenta es que Brasil dispone de personal cualificado y formado, competitivo y con costes laborales más reducidos.

Igualmente, y pese a las dificultades económicas y políticas, Brasil posee una democracia con instituciones consolidadas que velan por el correcto funcionamiento del sistema social y empresarial.

En Brasil, existen diversos incentivos aplicados a nivel federal, estatal y municipal. Asimismo, pueden encontrarse concesiones fiscales en las regiones menos desarrolladas, como el Nordeste y el Amazonas. Puede encontrar más información en la guía de incentivos de Brasil, a través de este enlace.

- Burocracia y lentitud en los procesos administrativos.

- Complejidad legislativa (sobre todo, en los ámbitos laboral, fiscal y medioambiental).

- Dificultades en la obtención de licencias o permisos ambientales, principalmente, en sectores como el turístico o inmobiliario. Existe un conflicto de competencias en la concesión de las licencias entre los órganos federal y estatales, lo que puede enlentecer el proceso.

- Se mantienen ciertos criterios de preferencia nacional en los concursos públicos para la adquisición de bienes y servicios.

- En el ámbito de los servicios profesionales persisten restricciones derivadas de la dificultad de registro y homologación de títulos.

- Dificultades en la obtención de visados y en la realización de otros trámites necesarios para establecer la residencia en Brasil por parte del personal desplazado desde el extranjero para trabajar en la empresa creada en este país.

- Rigidez del mercado de trabajo. Falta flexibilidad en las relaciones laborales y existe una excesiva regulación de la relación trabajador/empresa. La legislación laboral es muy proteccionista respecto del trabajador, la empresa ha de soportar una carga social significativa.

- Mano de obra cualificada. La oferta de mano de obra varía en función de la cualificación requerida, como del mismo modo varía el salario. Mientras que en los puestos operativos los salarios son relativamente bajos y no resulta difícil encontrar trabajadores, cuando se trata de cargos o puestos de mayor responsabilidad o de personal cualificado los salarios son más elevados. La retribución laboral del personal cualificado puede superar la aplicable en Europa o en los Estados Unidos, al existir grandes diferencias salariales entre las distintas categorías profesionales.

- Brasil no ha suscrito algunos tratados o acuerdos internacionales en materia de inversiones. Por ejemplo, Brasil no ha ratificado el tratado que constituyó el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), del Banco Mundial. El CIADI tiene como objeto arbitrar cualquier tipo de disputa entre los estados y sus inversores internacionales.

Los principales sectores de interés son los siguientes:

Agua y saneamiento

A través del Nuevo Marco Legal de Saneamiento Básico (Ley 14.026/2020), se ha abierto este sector a las inversiones extranjeras a partir de contratos de concesión y asociación público-privada que contribuyen a la universalización del acceso al saneamiento básico hasta 2033.

El Plan Nacional de Saneamiento Básico del Ministerio de Desarrollo Regional prevé que las inversiones puedan alcanzar los 76 mil millones de euros hasta 2033. Otras estimaciones, como la elaborada por KPMG en colaboración con la Asociación Brasileña de Concesionarias Privadas de Servicios Públicos de Agua y Alcantarillado (ABCON) y el Sindicato Nacional de Concesionarias Privadas de Servicios Públicos de Agua y Alcantarillado (SINDICOM), prevén más de 140.000 millones de euros de inversiones de los sectores público y privado para alcanzar la universalización de los servicios de saneamiento básico para 2033.

Digitalización

La transformación digital es un proceso acelerado que viene afectando, prácticamente, a todos los sectores de la actividad económica. Las innovaciones tecnológicas se suceden y se introducen al mercado: Inteligencia Artificial, Big Data, Machine Learning, Bots, High Frequency Systems son tecnologías ya presentes en múltiples sectores productivos, tanto en el sector privado como en la administración pública. Entre los sectores que ofrecen mayores oportunidades de ganancias de productividad derivadas de esta innovación tecnológica, en el contexto de la economía brasileña se han seleccionado cuatro, atendiendo a su potencial y a la experiencia de la empresa española: Smart Cities, ciberseguridad y el conjunto de innovaciones en los sectores de salud y en el agro, habitualmente agrupadas en los conceptos de e-Health y Agrotech.

Energías renovables

Si bien Brasil posee ya una de las matrices de energía más sostenibles del mundo, donde actualmente las energías renovables representan el 48% de la matriz eléctrica, se encuentra en un proceso de desarrollo de nueva generación eólica y solar con el fin de reducir su dependencia de la hidroeléctrica y de cumplir con los objetivos anunciados en la COP26 de reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero del 50% en 2030 y de neutralidad de carbono en 2050.

La energía solar ha sumado en los diez últimos años más de 17,5 GW en operación. En 2022, se aprobó el nuevo Marco Legal Solar mediante la Ley 14.300 de 2022 que se prevé que atraiga inversión y proyectos para los segmentos de microgeneración y minigeneración distribuida.

La energía eólica es la segunda mayor fuente de la matriz eléctrica del país con el 11%. En la última década, ha pasado de 1,5 GW instalados en 2011 a 22 GW en 2022. El segmento de desarrollo más reciente es el de la producción eólica offshore y, para ello, el gobierno brasileño está elaborando un nuevo marco regulatorio. Ya se ha aprobado el Decreto ley 10.946/2022, complementado con dos órdenes ministeriales, para regular la cesión del espacio marítimo para la generación de electricidad offshore y crear un portal único para facilitar la futura gestión de solicitudes de cesión. Desde su aprobación, se han registrado solicitudes de licencia ambiental para proyectos de generación eólica marina por más de 100 GW.

Muy ligado a esta energía eólica offshore, el hidrógeno verde se está constituyendo como un pilar de las energías renovables del futuro. En 2022 se ha lanzado el Proyecto de Ley 725/2022 o Ley del Hidrógeno, que establece que la red de gasoductos deberá incluir al menos un 5% de hidrógeno a partir de 2032 y un 10% a partir de 2050. Dentro de estos porcentajes, desde 2032, el 60% deberá ser hidrógeno verde (H2V, producido a partir de energías renovables) y, desde 2050, de al menos el 80%.

Infraestructuras de transporte

Dadas las dimensiones continentales de Brasil, disponer de una red de transporte que facilite la movilidad de personas y mercancías es un elemento clave para su desarrollo económico y la cohesión territorial.

En los últimos años, Brasil ha impulsado con éxito la participación del capital privado en la modernización y gestión de infraestructuras de transporte y energía, especialmente, a través del Programa de asociaciones público-privadas (PPI, por sus siglas en portugués), creado con la Ley 13.334/2016. Desde la puesta en marcha del PPI se han licitado y adjudicado 153 proyectos, con unas inversiones asociadas de aproximadamente 144.000 millones de euros.

El nuevo gobierno de Lula da Silva tiene todavía que anunciar sus prioridades para la política de infraestructuras. Si bien es previsible que la inversión pública tenga más protagonismo que hasta ahora, será necesario seguir contando con la iniciativa y el capital privado para seguir avanzando en la mejora de sus infraestructuras.

Turismo

Brasil es un país con enorme potencial turístico debido a su diversidad cultural y, principalmente, a las bellezas naturales de su inmenso territorio.

La crisis generada por la COVID-19 supuso un duro golpe para el sector, ya que la pandemia y las restricciones al movimiento de personas en el mundo paralizaron el sector durante dos años. Sin embargo, en 2022 se suprimieron la mayoría de las medidas restrictivas, reestableciéndose los viajes de placer y los eventos presenciales siendo un año récord en ingresos.

El gobierno, a través del Ministerio de Turismo (MTur), está esforzándose por mejorar las debilidades del sector que frenan este crecimiento, sobre todo, mediante inversión en infraestructuras y seguridad.

Asimismo, existen grandes oportunidades en diversos nichos de mercado como el enoturismo, la cultura o el fútbol, ya que Brasil es un mercado muy rico en estas áreas. Todo ello hace presagiar que, en los próximos años, el sector por fin dará el salto a su máximo potencial de crecimiento y que atraerá grandes inversiones, como así lo demuestran las inversiones de los grandes grupos hoteleros españoles y la presencia cada vez más asentada de grandes firmas como AENA.